PAPEL PRENSA Y SU MANEJO: VIVENCIAS PERSONALES
El discurso de la Presidente Cristina este martes pudo tener ausencias de datos, por ejemplo, la presunta unión con la extrema izquierda de algunos de los dueños originales de Papel Prensa, datos que en aquellos momentos eran rumores y que nunca pudimos confirmar por su índole. Pero, fuera de esto, existió una realidad que quienes estuvimos en las redacciones de diarios que no fuesen los unidos en Papel Prensa, conocemos. En mi caso, pertenecí a la redacción del diario Crónica. Estaba en el turno noche, de 20 a 2 AM. Y muchas veces, muchísimas, vimos a su dueño Héctor Ricardo García ingresar a la amplia redacción de Azopardo y Garay para decirnos "Hagan el diario, pero no sé si mañana sale. No hay papel." Y comenzaba su personal negociación para conseguir los tubos de papel. Sobre la madrugada se conseguían, pero no eran, por lo general, de Papel Prensa. Se tenía que importar, el papel no siempre llegaba a tiempo, o bien había que recurrir a Papelera Tucumán que, según manifestaba el empresario García, era "más caro que el importado". La compra de papel significó una merma en nuestros salarios a través del recorte de horas extras o bien un congelamiento temporario de los sueldos. Es decir, que Clarín, La Nación y La Razón, manejaron efectivamente el papel y manejaron la prensa. Las quejas del empresario Jorge Ramos, fallecido, han quedado bien confirmadas en el libro que dejó como testimonio de aquellos años de plomo. Así como nadie podrá negarme nunca que varios conductores que de noticieros del grupo Clarín formaban parte de Crónica en aquellos años y no pensaban como hoy. Frente a esta experiencia personal, y fuera de cualquier apoyo a ningún gobierno sino a los hechos que a muchos periodistas nos tocó vivir, sabemos que en su gran mayoría las acusaciones estatales a Papel Prensa NO carecen de verdad. Si hay algún acercamiento de los Graiver al actual gobierno, o algún otro rumor parecido, no lo sabemos ni nos importa. Lo cierto es que, por Papel Prensa y su unión con el Proceso, gran cantidad de diarios del interior cerraron y quienes trabajábamos en la ciudad de Buenos Aires sabíamos que nuestros empleos corrían peligro por la falta de papel, necesario para imprimir un diario. En los últimos 20 años, el Grupo Clarín se ha movido con absoluta insensibilidad hacia sus empleados, desjerarquizando a quienes tenían trayectoria y manejando horarios y programación, realizada por sus empleados, según sus bolsillos, sin tener en cuenta a sus empleados ni sus tareas. Les cambió la tarea sin pedir permiso, los ubicó en otros horarios en Canal 13 y tampoco respetó la trayectoria de nadie, salvo la de sus "popes". Muchos productores perdieron su trabajo en Canal 13 con el advenimiento de la era Suar y ahora Tinelli: las producciones son "independientes" por lo que el canal no necesitó más de su equipo de producción artística. Esta es la verdad que viví en lo personal. Y, como vivencia, nadie me lo puede discutir.
Elsa Bragato
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